La placa que necesitas aquí:
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Si estás considerando comprar una placa de inducción o reemplazar tu vieja cocina de gas por una de éstas, puede que aún no sepas qué modelo elegir.
Para ser honesto, es difícil encontrar el modelo correcto de placa de inducción para ti, ya que hay muchas marcas y modelos diferentes de placas de inducción y nos perdemos en los detalles y especificaciones técnicas.
Por eso, hemos creado una guía completa para ayudarte a elegir el modelo que mejor se adapte a tus necesidades y a tu cocina. Ofrecemos un análisis variado y completo de las marcas más populares, los modelos más vendidos y las mejores placas de inducción que se pueden encontrar.
Miraremos varios factores que te ayudarán a determinar tus necesidades y las posibilidades de la placa de inducción en tu cocina.
Aunque parezca lógico, hay que pensar en lo que se quiere hacer con la placa de inducción. Algunas personas casi nunca cocinan en casa y otras pueden usar la placa de inducción más de 5 veces al día. Si no quieres usar la cocina muy a menudo, elige una simple cocina de inducción. Hay placas de inducción baratas que dan muy buenos resultados. Si se quiere usar intensivamente, es aconsejable comprar una placa de buena calidad, aunque sea ligeramente más cara, será una inversión muy rentable y a largo plazo una compra barata.
La compra de una buena placa de inducción de marca equivale a una garantía. Las marcas que recomendamos son Bosch, Balay, Whirpool, AEG, Neff, Zanussi o Beko.
Encontrarás buenos modelos a precios razonables de Balay o Bosch, pero también productos de alta calidad como las placas de inducción de Neff, o cocinas de inducción ligeramente más baratas como la marca Beko, que también ofrecen buena calidad.
Si decides comprar una de estas marcas, tendrás una placa de inducción de alta calidad por mucho tiempo. Uno de los aspectos positivos de comprar una marca conocida es que sin duda se mantendrá en el tiempo y contarás con servicio técnico. Es cierto que hay algunas marcas blancas muy baratas de placas de inducción, muchas de las cuales no tienen servicio ni repuestos. Y como dice el dicho, lo barato sale caro.
Otro factor decisivo e importante a la hora de comprar una placa de inducción es la forma que preferimos para nuestra placa de inducción y el tamaño de la misma. El número de quemadores o zonas de cocción depende de esto.
En cuanto al número de zonas, hay cocinas de dos zonas, de tres zonas y de cuatro y cinco zonas de cocción.
También puedes optar por una placa con zona flexible o Flex inducción, lo que te permite utilizar recipientes de cocción más grandes como paelleras, parrillas y tepanyakis. Estos modelos son más caros, pero la inversión claramente vale la pena.
También, es posible elegir la forma de la placa de inducción. Además de las clásicas placas de inducción rectangulares, también hay placas de inducción ovaladas o cuadradas.
Si no tienes espacio en tu encimera para una placa de inducción, puedes comprar una placa de inducción portátil. Hay modelos muy baratos disponibles con muy buenas características. Una placa de inducción portátil es una forma muy simple y barata de ampliar su cocina.
Ahora es posible tener una placa de inducción que coincida con el color del resto de tu cocina. Las placas de inducción están disponibles en blanco, gris y gris antracita. El color se está convirtiendo en una tendencia en la industria de las cocinas de inducción. Por eso, los grandes fabricantes están introduciendo gradualmente nuevos modelos y colores en el mercado.
¿Eres un usuario que prefiere un dispositivo con características avanzadas, o prefiere un modelo más simple y económico? Los nuevos modelos de placas de inducción, especialmente los modelos superiores, contienen muchas funciones avanzadas y características innovadoras y muy interesantes. Todas estas características hacen que cocinar sea aún más fácil, pero por supuesto también tienen un impacto en el precio. Hay que decir que muchas de estas características ya están incluidas en muchas marcas.
Marcas como Bosch y Balay ya han incorporado esta característica en muchos de sus modelos. El control de la temperatura del aceite permite seleccionar y mantener la temperatura ideal en función del alimento que se va a preparar y te avisa cuando el aceite ha alcanzado la temperatura adecuada para introducir el alimento.
Muchos nuevas placas de inducción tienen estas características prácticas como estándar. Con la función Sprint, el recipiente se precalienta rápidamente para lograr la potencia deseada hasta un 50% más rápido. Con esta función, la placa de inducción es aún más rápida.
El precio es siempre uno de los factores más decisivos a la hora de comprar un producto. Y más aún en el caso de una placa de inducción, que su precio puede ser alto si se compra un modelo de buena calidad. Según el modelo y el tipo de placa de inducción que se quiera comprar, el precio varía considerablemente.
Los modelos de entrada más baratos son los modelos portátiles, que se pueden encontrar a partir de 30 euros y son de bastante buena calidad.
El rango promedio de los modelos de placas de inducción es de entre 275 y 500 euros. Muchos de estos modelos se encuentran entre los más vendidos debido a su excelente relación calidad-precio.
Y en el segmento superior de marcas como Bosch, Balay o Neff, sus modelos más vendidos empiezan en 1000 euros.
La cocina de vitrocerámica es una necesidad para todos aquellos que quieren una cocina moderna y funcional. Sin embargo, antes de comprar, es importante informarse sobre los electrodomésticos, incluyendo los criterios para elegir el modelo adecuado.
Como su nombre indica, la placa vitrocerámica es un aparato de cocina diseñado con vitrocerámica. Dado el desarrollo de las cocinas eléctricas tradicionales, funciona según el principio de conducción y radiación para calentar o cocinar alimentos.
Se instala en la encimera y aporta un toque de modernidad a la cocina. Ahora, hay dos tipos de cocinas de vitrocerámica, la placa vitrocerámica halógena y la placa vitrocerámica radiante.
El número de fuegos o quemadores es el primer criterio para la compra de una placa de vitrocerámica. En general, hay 2, 3, 4 o 5 quemadores, dependiendo del modelo.
Sin embargo, las cocinas de vitrocerámica de 3 ó 4 quemadores con zona de cocción extensible son las más fiables, ya que permiten el uso de ollas o cacerolas de diferentes tamaños. Algunos modelos también tienen zonas ovaladas para ollas y sartenes. También se dispone de quemadores radiantes y halógenos. Mientras que los primeros son ideales para una larga y delicada cocción, los segundos son perfectos para freír.
La potencia es siempre un factor determinante, especialmente cuando se trata de un aparato eléctrico como una placa vitrocerámica. Expresado en vatios, el total de la potencia varía según el número de unidades de cocina.
Las placas vitrocerámicas de 4 o 5 quemadores son por lo tanto mucho más potentes que los modelos de 2 quemadores. Sin embargo, no debemos olvidar que cuanto más potente sea el aparato, más energía consumirá y mayor será la factura de electricidad.
Además del número y el tipo de quemadores y la potencia, los controles son también un factor que no debe descuidarse. Una buena placa vitrocerámica es sobre todo un dispositivo fácil de manejar.
Por eso, recomendamos los modelos más prácticos con pantalla digital y botones táctiles. Además del diseño más moderno y discreto, la elección del quemador y el ajuste de la potencia será más fácil y agradable.
La placa vitrocerámica radiante o halógena tiene muchas ventajas. Una de ellas, es que la placa se calienta más rápido que una placa eléctrica convencional.
De hecho, el 80% de la transferencia de calor es por radiación y el 20% por conducción. Además, las propiedades y cualidades del vidrio cerámico garantizan una mejor transferencia de calor.
La otra fortaleza de la placa vitrocerámica es que es fácil de limpiar. No hay rejillas o perillas, pero la superficie es completamente lisa y uniforme.
Limpia la superficie después de cada uso con una esponja húmeda y luego con una toalla de papel y estará limpia.
Una placa vitrocerámica más moderna y eficiente es, por supuesto, más cara que una placa eléctrica convencional. Sin embargo, es aún más asequible que una placa de inducción.
El precio de una placa de vitrocerámica de alta calidad suele oscilar entre 100 y 500 euros, dependiendo del número de quemadores u hornos, la potencia y las posibilidades. Mientras que los modelos simples de 2 quemadores con una potencia máxima de 3000 W cuestan entre 100 y 150 euros, los modelos más avanzados con 4 o 5 quemadores están disponibles a partir de 200 euros.
En todos los casos, recomendamos equipos de marcas líderes como Teka, Balay, Bosch, Siemens, Beko o Candy, lo que garantiza la robustez, la eficacia y la facilidad de uso.
La placa vitrocerámica halógena o de radiación son una de los más fáciles de usar. A diferencia de una placa de inducción, no necesita estar equipada con utensilios de cocina especiales para cocinar la comida.
Todas las ollas y sartenes que se pueden utilizar en una placa eléctrica son adecuadas para este tipo de aparatos. Para utilizar correctamente el aparato, es esencial seguir ciertos pasos.
Empieza por retirar todos los embalajes, etiquetas y película protectora del aparato la primera vez que lo uses. Luego puedes enchufarlo a una toma de alimentación, teniendo cuidado de que los cables de alimentación no entren en contacto con superficies calientes.
Todo lo que tienes que hacer es poner la sartén en el quemador y ajustar el temporizador y la temperatura antes de empezar a cocinar. Cuando termines de cocinar, apaga el fuego. Para una mayor seguridad y un correcto funcionamiento del aparato, es en cualquier caso mejor leer el manual de instrucciones.
Una de las principales ventajas de una placa de vitrocerámica es su facilidad de mantenimiento. Para garantizar que se mantenga en buen estado y funcional durante muchos años, debe limpiarse después de cada uso.
La placa de vitrocerámica puede salpicarse o mancharse con restos de comida o líquidos. No hay nada más fácil de quitar. Simplemente limpia con una esponja húmeda, preferiblemente cuando el quemador esté todavía caliente, y luego limpia con un paño suave o papel absorbente. Evita el uso de productos abrasivos o corrosivos para no dañar el vidrio cerámico.
Si no has tenido tiempo de limpiar el producto después de usarlo, las manchas pueden secarse y hacerse más resistentes. En este caso, no dudes en utilizar un producto específico para el vidrio de cerámica o una mezcla de detergente y vinagre blanco. Deja que el producto se empape durante unos minutos antes de limpiarlo con una esponja húmeda y sécalo con un paño suave.
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